domingo, octubre 08, 2006

Lo bueno de La buena vida


Creo que si uno puede cantar de principio a fín más del 70% de las canciones de un grupo en un concierto es que lo suyo va en serio. Vamos que no es un rollito de estos de que ahora que haces tecnopop y mola me gustas pero luego cuando mole el retrorock serás una mierda. Así que creo que lo mio con La buena vida va en serio.
Les tenía un poco olvidados porque siempre están ahí pero escuchar canciones de hace 15 años y que, sin nostalgia, te produzcan tanta excitación como si hubieran sido compuestas hace un mes es una cosa seria. Para los que vayan a verles a Donostia, en Bilbao de las antigüas tocaron "Montevideo" y "En bicicleta" que tiene un comienzo casi clavado a "Un actor mejicano". Se olvidaron de "Soidemersol", que es uno de sus discos que más me gusta pero no importa. Tampoco importa que las cuerdas y vientos suenen enlatados, ni que la entrada haya sido más bien pobre. Cuando uno está colgado todo lo demás no importa. Ah, y aunque esto vaya a dejar una imagen más bien pobre de mi, Irantzu estaba guapísima.
Mañana intentaré sacar mi certificado de vasquismo intentando ascender por primera vez al Gorbea por la cara más dominguera. Aunque los Iñurrategui o Pasaban fallen siempre estaré yo ahí. Espero que mi rodilla me lo permita, la siento como una rueda sin neumático, si acelero salen chispas. Otro dato para reforzar mi lado más deportivo: hoy he ganado mi partido de frontenis como a mi me gusta, 22-21, con un último tanto de esos en los que ninguno quiere perder y se deja todo en manos de que el otro arriesgue y la cague. Ninguno de los dos arriesgo y JF tuvo que sucumbir ante mi derecha larga rascando la pared. Todos a coro. ¡¡Por ser un muchacho excelente...!!