domingo, junio 11, 2006

Iris


De agradecer el trabajo que está haciendo la gente del MEM presentando propuestas que de otro modo nos sería imposible conocer y encima gratis. Ayer sábado actuaban en el Bullit un supergrupo que prometía multitud en el escenario y diversión entre el público, "Los robots del espacio, y también una fémina, Iris, que armada sólo con su laptop y su voz anunciaban que conseguía acercarse a grandes como Bjork o Beth Gibbons. Los primeros fueron divertidos para la gente que les había ido a ver pero según Ra parecía que estaban actuando en la fiesta de primavera del instituto. Y la verdad es que por la edad de alguna de las enmascaradas robot podía haber sido así perfectamente. Respeto nulo para Iris cuando empezó a cantar sobre las bases de su ordenador. Pudimos intuir indietronica, una voz suave pero con registros y una atmosfera íntima adornada de efectos electrónicos a contrapie. Esto unido al más que evidente magnetismo de Iris hacía que nos diesemos de tortas por el pasotismo de la gente. Hubiera sido preferible cobrar una pequeña entrada aunque hubieramos estado viéndola cuatro gatos. A algunos la propuesta de Iris les parecerá demasiado "moderna" pero en concierto dio la impresión de no ser una advenediza de la electrónica orgánica y tener claras sus ideas. Visto esto, no nos extraña que vaya a participar en la edición del Sonar de este año ni que el sello de Barbara Morgensten la tenga fichada para editar su trabajo.

Yakuzi winner


El jueves pasé con mi hermana a ver la final del villa. La verdad es que ya se pasaron los tiempos en los que seguía a los grupos que empezaban aunque no se puede denominar así exactamente a los que concursan en el villa pero bueno... El motivo principal era que en la final estaban Yakuzi, un grupo de Durango que se acercan a Mogwai en sus momentos más burros y a unos Explosions in the sky en sus cambios de ritmo. Actuaron primero, The Majestics, un grupo gallego sobre los que todo el mundo estaba de acuerdo en que el cantante imitaba en sus poses al de Green Day, y la verdad no se que más decir. Siguieron, Mendetz, con un comienzo que prometía un concierto de dance rock divertido pero que poco a poco se ahogo en una formula que empieza a estar ya demasiado explotada (Standard se llevaron también un pellizco en la entrega de premios). Yakuzi terminaron la noche con un comienzo digno de los grandes conciertos: concentrados, observándose entre ellos, dando botecitos como si estuvieran calentando para un partido, lanzaron un grito sin micrófono de "todos a la vez" que centro a la audiencia y una vez llamada la atención soltaron una maraña de ruido que a veces se hacía lisérgico, otras nervioso y también, en algunas ocasiones, un tanto somnoliento. Su rock instrumental de capas de guitarras sonó más ruidista de lo que habiamos escuchado en disco y sacrificó los detalles por el impacto. De todos modos, de entre los tres que llegaron a la final, fueron dignos ganadores y había que ver el grito que lanzó uno de sus guitarras cuando "Bosco" (un candidato a alcalde de Bilbao dando los premios, nunca los políticos estuvieron tan cerca del rock) dejó claro que los ganadores de la noche eran ellos.

jueves, junio 08, 2006

Cuanto más pequeño mejor


Ahora que llegan los grandes festivales en los que pagamos una pasta por ver a través de una pantalla de vídeo a grupos que viven de rentas, todo esto en condiciones infrahumanas, es hora de reivindicar los conciertos en pequeño formato de los cuales se está haciendo la sala Edaska uno de los mejores referentes. Fuimos, esta vez, a ver a la banda de Kansas The Appleseed Cast que lleva un tour agotador por toda Europa (contamos más de 15 días sin dejar de tocar en su agenda) y que han estado también en el Primavera Sound. Imagino que los que los vieron en Barcelona no sintieron como la electricidad subía a través del suelo, ni disfrutaron de escuchar como una voz se aleja del micro para entrar de manera natural en tus oídos. Serán una muesca más. Una pena, porque este grupo merece atención. Intentando superar la etiqueta del emo ejercen un rock de alto voltaje, vimos tapones adornando las orejas de alguna chica, y alcanzan gran intensidad sobre todo en los pasajes instrumentales en los que la música no se ve lastrada por una voz afectada pero no hasta el punto de ser desagradable. Presentaron su nuevo trabajo "Peregrine" pero también cazamos canciones de su anterior disco "Two conversations" que se convirtieron en los momentos álgidos de la noche, sobre todo "Fight song", un tema digno de su momento de gloria en una película indie o en una cortinilla de la MTV.