jueves, marzo 15, 2007

470


Mi vecina del cuarto llama a la puerta y antes de que diga la primera palabra ya he apuntado que le falta una paleta izquierda que hace pocos días estaba ahí pero ahora se ha marchado y ha dejado un agujero negro en el cual es inevitable asomarse.
Una vez dicha la primera palabra y antes de llegar a la segunda me doy cuenta de que no he entendido cual ha sido esa primera palabra pero que el aliento que sale de su boca en hilos finos (hilillos diría Rajoy) a traves del agujero negro que ha dejado el diente que se ha ido es una mezcla de vino blanco caliente mezclado con Aqua Brava.
Acierto a cazar una cifra que sale de su boca. 470. Cuatrocientos setenta son los euros que va a ingresar en la cuenta de la comunidad para intentar frenar la amenaza de denuncia que le ha llegado a casa. Mi cara no debe de ser de mucha satisfacción porque empieza con las excusas:"No estoy muy bien" "He estado ingresada en Zamudio" (¿Sigue habiendo un loquero en Zamudio? Pensaba que era una leyenda infantil) "Tengo muchos problemas". No son excusas, no dudo de ninguna de sus afirmaciones pero en mi cara sigue sin asomar un gesto de comprensión y repite la cifra.
-"470, pago las derramas y dejo el resto para más adelante ¿puede ser?"
Respondo ya, mostrándome todo lo amable que puedo
- "Claro que puede ser, no te preocupes"
- 470, yo ingreso 470, los tiene guardados mi madre en el bar para eso.
- Vale, de acuerdo
- Pago los 470 de las derramas. ¿Puede ser?
- Sí

Silencio. Ahora los hilillos son casi visibles. Ella inspira, expira. Yo aguanto la respiración

- Bien, pues yo ingreso los 470
- ...

Parece que ha acabado pero queda lo más importante. La boca se le tuerce en ese gesto ebrio que no sabes si es de estar a punto de ponerse a llorar o a gritar. Podrían ser las dos cosas.

- Pero una cosa, no pongáis en el portal la hoja esa... Yo ya he puesto 470.