Día toledano

Este pasado sábado estuvimos en Toledo. Era la primera vez que viajaba a esta ciudad y cumple las expectativas que se le forman a uno escuchando a la gente que ya la ha visitado. Está llena de callejas estrechas que suben y bajan serpenteando y por las cuales (a pesar de estar adoquinadas, repletas de turistas y no tener un ancho superior al de una furgoneta) pasan constantemente los coches de los lugareños que no dudan en aparcar frente a cualquiera de la multitud de iglesias, mezquitas y sinagogas.
En el único lugar que apoquinamos fue en la pequeña iglesia en la que se exhibe el "Entierro del Señor de Orgaz". Disfrute mucho con las entusiastas explicaciones de los guías que lideraban manadas de guiris frente al cuadro del Greco. Para enmarcar la frase en tono vehemente del jubilado reciclado a animador turístico: "Hay pocos cuadros comparables a éste. Ustedes dirán "La capilla sixtina" pero noooo!!! Son frescos"
Una recomendación. Muy cerca de la Plaza del Zocodover, bajando a través de la Puerta de la Sangre se encuentra el Circulo de Arte de Toledo, un local de copas en el que también se hacen conciertos y que se camufla entre los edificios históricos porque esta protegido por las paredes de piedra de una mezquita. Su interior es de quitar el hipo y la decoración modernuqui, con mesas y enormes biombos de hierro oxidado que se mueven sobre ruedas industriales crea un contraste impactante. Vamos que llega a estar en Barcelona y es portada del Wallpaper.