Museo de reproducciones artisticas de Bilbao

Hoy han inaugurado el Museo de Reproducciones Artísticas de Bilbao aquí en mi barrio, en la Iglesia Corazón de María de la propia calle San Francisco. Y si, en principio, el propósito me parecía de agradecer el resultado no puede hacerme más que sentir una tremenda lástima. Está bien sacar a la luz esas reproducciones de obras clásicas que tienen el valor de acercarnos Grecia y Roma hasta Bilbao, con una gran calidad además, pero las estadísticas realizadas por el estudio de encuestas "mis dos manos" nos devuelven una realidad triste, bien triste.
Según "mis dos manos" podemos contar unas 20 obras que no esta mal para una exposición pero no para algo que se quiere hacer llamar museo. "Mis dos manos" también asegura que existe una proporción de un segurata para cada cuatro obras y que el ratio de personal de información-personal de seguridad es de 1 a 5. Tras estos datos podemos vaticinar que el nivel de asistencia, pasado el empujón inicial de la inauguración y el atractivo de la entrada gratis, andará en un visitante por guardia de seguridad como mucho.
De todos modos invito a todo aquel que tenga que pasar por San Francisco a que visite la iglesia. La remodelación ha quedado aparente, mitad museo moderno mitad iglesia vaciada y restaurada y además tiene un patio exterior que uno de los "atentos" guardias de seguridad no supo decirme: 1º si existía, 2º si estaba abierto, 3º si podíamos visitarlo. Una lastima, yo ya me imaginaba ese jardín trasero de la iglésía en plena urbe a la altura del cementerio judío de Praga.

Choucroute en El Corte Ingles

A mi, que he empezado a ser consumidor activo recientemente, todavía me hace cierta ilusión andar por los pasillos del supermercado en busca de algo que te sorprenda y no tengas más remedio que comprarlo. A parte de la vergüenza que da reconocer que uno disfruta comprando teniendo antecedentes sindicales en la familia, ya estoy empezando a consumir más racionalmente y no me hacen falta listas para saltar de un estante a otro sin detenerme en zarandajas. Esto es fácil de hacer en los supermercados de nivel medio (carrefour, eroski) o bajo (dia, lidl) pero visitar el de El Corte Inglés sigue produciendo esa excitación de tener todo lo que uno pueda desear, alimentariamente estamos hablando, al alcance de la mano o más bien de la visa (jamás he robado en un supermercado). Esta exaltación del capitalismo, sin embargo, tiene su contradicción. Es en este establecimiento en el único en el que se puede encontrar todo un estante con comida ecológica. Por no hablar de las hamburguesas de tofu y algas que serán un hallazgo hasta en tiendas especializadas. Todo ello me lleva a pensar que los principales alimentadores de esta sociedad de consumo descerebrada son precisamente los “curritos” que no tienen más remedio que comprar en base a las ofertas de los cupones de descuento del DIA y que los únicos que pueden hacer posible un cambio en nuestros habitos son las personas de mayor poder adquisitvo. Vamos, que la revolución también es de los ricos.
El desencadenante de este discurso político que me ha salido es una lata de “choucroute” que se me ha encaprichado y que, por supuesto, en mi ciudad sólo se puede encontrar en los supermercados de El Corte Inglés. Para los que lo desconozcan el “choucroute” es un alimento alemán a base de col fermentada con vino que acompaña salchichas y demás carnes del pais. Debe ser allí algo así como la tortilla de patata, se come tan a menudo que nadie lo considera un manjar pero para mi esta noche va a suponer una cena exótica.

We are the pipettes

Esta tarde he entrado en H&M buscando algo que me alivie todos estos dias de horas frente al ordenador y estaban sonando las Pipetes. No he podido evitar llevarme un jersey a rayas que me voy a poner dos veces.

¿En tu blog o en el mio?

El pasado lunes acudí, sin tenerlo previsto en mi agenda de viaje en Madrid, a mi primer encuentro de bloggers en La Casa Encendida. Se trataba de las jornadas “Blogs y Wikis: nuevas tecnologías, nuevas formas de AUToridad” que organizaban Carlos Lafuente y Adolfo Estalella. A pesar de estar demasiado centrados los ponentes en el ámbito académico pude sacar algunas conclusiones de provecho. La primera es que mi blog pertenece a la categoría más baja de todos los blogs que pueblan la red (55 millones según Tecnorati). Y es así porque no tengo intención de ofrecer información que esté fuera de los medios tradicionales y porque no busco con mis aportaciones avance alguno en el estudio de una ciencia o disciplina. Soy uno más de los millones de payasos que escriben para verse a si mismo. Esto no lo dijeron ellos, lo digo yo porque fue así como me sentí.
Aparte de confirmar que soy un pixel en el dibujo del universo blog también tuve la oportunidad de encontrarme de nuevo con el Sr. Vila-Matas. Carlos Lafuente afirmo que la forma de escribir "Bartleby y compañia" es un ejemplo de lo que son los blogs, notas sin discurso. No estoy de acuerdo. Creo que en esa novela sí existe un hilo conductor que unifica todas las notas. Además me quede con las ganas de saber que opinaban sobre el interés de Vila-Matas por los blogs, algo que parecían desconocer y que yo he podido comprobar aquí mismo.
Pero lo más importante de todo fue... que repartieron libros sobre el tema, ofrecieron en la mágnifica terraza del edificio un buen desayuno, permitieron conectarse a internet wifi y regalaron unas chapas la mar de molonas, las de la imagen. Todo gratis.

A pie de calle

Una de las cosas que más me gusta de Madrid es que lo verdaderamente atractivo de la ciudad está a pie de calle. No hacen falta pases VIP ni reservas. Ahí van tres ejemplos:
Sinsentido: Esta tienda-galería de ilustración y cómic es única no sólo en la capital sino que yo diría que en toda España. Verdaderos enamorados de esos dibujos que cuentan historias, editan a través de su editorial algunos de los mejores cómics o libros ilustrados (ahí esta el premio al gran Isidro Ferrer), programan mensualmente exposiciones y tiran del carro organizando cualquier sarao. Hay que estar siempre atento a su programación.
La Murciana: Esta pollería se encuentra bajando de la plaza de Lavapies hacía La Casa Encendida. Las colas en su puerta los fines de semnana son señal de que ahí se cuece, se asa mejor dicho, algo grande. Es la única de Madrid en su especie porque prepara los pollos a la manera de la región de Murcia, con un montón de hierbas aromáticas que, según la señora regente del local, recogen en el propio campo una vez al mes. Sólo sirven para llevar y los precios son populares. No olvidar pedir "caldito".
El Comunista: Esta casa de comidas es dificil encontrarla abierta y el nombre por el que es conocida no aparece por ningún lado pero detrás de su grandes contrapuertas rojas de madera se esconde un lugar antiguo en el que disfrutar con las cosas sencillas. Las lentejas son muy solicitadas pero la sopa de ajo es espectacular. Se escuchan las discusiones de los camareros en la cocina lo cual da una sensación de comida de batalla. Está según sales de la Plaza de Chueca bajando a la izquierda por la calle Augusto Figueroa.